viernes, 10 de diciembre de 2010

Marta Domínguez y el doping en el deporte de alta competición

Parece que a mucha gente le ha sorprendido que la hasta ahora mejor atleta española de todos los tiempos, Marta Domínguez, se haya visto implicada en la operación Galgo contra el dopaje que la Guardia Civil desplegó el pasado Jueves 9 de Diciembre. Y es que Marta Domínguez era (ahora suspendida cautelarmente), a la sazón, nada menos que vicepresidenta de la Real Federación Española de Atletismo. ¿Existe presunta traición mayor para el atletismo español? De hecho, yo creo que la Guardia Civil no ha intervenido antes porque estábamos pendientes hace unos días de si le adjudicaban la organización del mundial de fútbol 2018 a la candidatura Hispano-Lusa...
Con la escasa información que tenemos, os diré lo que me cuadra y lo que no de toda esta historia:

1) Lo que me cuadra: supongamos que eres un atleta de alta competición y que confías en tu entrenador físico-técnico y tu médico, especialista en medicina deportiva, o sea, tu "verdadero" entrenador. Te dejas asesorar por ellos...  y resulta que según te vas haciendo mayor (Marta Domínguez tiene 35 años) tu rendimiento se ve mermado porque la gente de 20 años viene apretando. Para mantener la asignación económica del Estado (becas ADO y demás) has de tener buenas marcas, tus ingresos dependen de ello, etc, y entonces digamos que tus entrenadores te comentan que tomando no sé qué producto tu capacidad pulmonar, resistencia y rendimiento general te dará el salto de calidad que se va perdiendo con los años quieras o no, por mucho entrenamiento que hagas. Además, te dicen que es una sustancia muy difícil de detectar, que no afecta a la salud ni a corto ni a largo plazo y que si no la tomas tú, la tomarán otros por ti, lo que te apeará de llegar a las finales, etc. Resultado: te tomas lo que te da tu entrenador, perdón, tu médico. ¿Es racional esta decisión? No llegaré tan lejos pero desde luego que si tus principios no impiden hacer trampa, puedes caer en la lucrativa tentación. Resultado si no te pillan: medallas, patrocinadores, dinero, fama, ego, etc. Y si te pillan pues un par de añitos sancionado y a regresar si puedes. Poco más, si no tienes vergüenza...

2) Vamos con lo que no me cuadra: ¿Le acusan a Marta Domínguez de lo descrito en el punto 1? Pues resulta que no, por el momento. Los cargos están relacionados por su participación en una Red de Distribución, o sea, la están llamando camello con todas las letras. Y mi pregunta es: ¿qué ganaba la susodicha mezclándose en semajante red? ¿Poder? No, pues ya lo tenía siendo vicepresidenta de la Real Federación Española de Atletismo. ¿Dinero? Se supone que sí pero... ¿Acaso no tenía ya ingresos suficientes como para vivir de las rentas, de su superpuesto en la Federación, Conferencias, Imagen, etc? Además, aunque está embarazada de 4 meses sus planes pasaban por volver a la competición justo después, tal vez para retirarse después de los JJOO de Londes 2012. ¿Una carrera deportiva gloriosa tirada a la basura así de fácil? Lo siento pero no logro alcanzar a entender sus motivaciones para convertirse en camello. Esto solo me cuadraría, y solo en parte, si ella se dopara. He aquí el quid de la cuestión. No seré yo quien la acuse sin pruebas pero vamos: blanco y en botella, leche.

A veces pienso que los deportistas de alta competición son víctimas de su corta vida deportiva para obtener ingresos que cubran sus necesidades de por vida, y rehenes de especialistas en medicina deportiva, asquerosos impresentables que pululan a su alrededor. Ojalá impresentables como Eufemiano Fuentes (el médido del grupo ciclista ONCE que pillaron en una operación similar en 2006, cuando no había una Ley del Dopaje con penas de cárcel, ahora sí) acaben en la cárcel de una vez. ¿Y os acordais del mago, perdón médico deportivo Sabino Padilla que convirtió a un mediocre fondista de 10.000 metros llamado Martín Fiz en un cuarenton que ganaba maratones de la noche a la mañana? Para desgracia de todos también era el médico de Miguel Indurain...

No caeré en la tentación de decir que en deportes tan exigentes físicamente, por no decir inhumanos, como el ciclismo y atletismo de alta competición todos se dopen porque no es cierto. Pero no podemos ser tan ingenuos como para pensar que son una minoría. El % es indeterminado y solo se puede reducir al mínimo si el dopaje se persigue a tope y se dedican todos los recursos necesarios para pillar al mayor número de tramposos posible.

La verdad es que nunca me gustó la prepotencia y soberbia con que oía a Marta Domínguez en sus declaraciones en público después de haber cosechado algún éxito deportivo. No me gusta la falsa modestia pero bueno, siempre me dió la impresión de percibir un tufillo a chula. Pues a expensas de que se confirmen los peores pronósticos de la Guardia Civil (como la hayan cagado en la investigación...), si solo demuestran que es un camello, más que chula me parecerá estúpida por tener tan poco que ganar y tanto que perder, y por haberse dejado engatusar por tan malas compañías (casualidades de la vida, dejó a su entrenador de toda la vida a principios de 2009). Y si se demostrase que se dopaba, única explicación posible para mí, entonces será una vulgar tramposa más para la colección. Y si no se demuestra nada, todo el mundo deberá pedirla perdón pero me seguirá pareciendo todo lo demás.

2 comentarios:

  1. Esto no hace más que generar más desconfianza en el deporte Español y diría que casi Mundial.
    Si lo piensas bien es una suma de condiciones físicas por un lado y de condiciones "químicas" llevadas al límite de lo legal, ilegal o alegal para ser el nº1.
    Si volvieran analizar las muestras de orina de hace 10 años con los nuevos sistemas.... ¿Podríamos llevarnos más desgraciadas sorpresas?

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  2. Muy buen análisis... lo único que añadiría es que yo no creo tan atrevido pensar que todos, o casi todos, los deportistas de élite se dopan de una forma o de otra.

    Una cosa que me llama la atención es que, por ejemplo, los grandes dominadores del ciclismo de los últimos años tenían "condiciones preexistentes" que les permiten tomar ciertos medicamentos: Contador tiene asma y Armstrong superó un cáncer. Creo recordar que había más casos, pero ahora no me vienen a la cabeza.

    De cualquier forma, tal vez en deportes como el tenis, el golf, la natación o, incluso, el fútbol, dónde la técnica juega un papel determinante, la extensión del dopaje sea menor, pero está claro que en aquellos en los que se compite en resistencia, potencia o velocidad puras (atletismo, ciclismo...) los resultados parecen directamente proporcionales a la "gasolina" utilizada.

    Usain Bolt parece la excepción... pero ¿alguien pondría la mano en el fuego por él?

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